Turismo Valle del Duero

En los dispersos monumentos por las calles del trazado medieval, Toro conserva todavía el esplendor del burgo que llego a ser capital de Castilla e importnate centro de ordenes miklitares y religiosas. Antes de avnazar para las tierras donde crece el vino de la región de denominación Toro, vale la pean conocer el centro d ela ciudad, que alberga joyas como el magnífico portal del Palacio de las Leyes, al emblemática Torre del Reloj, las Iglesias en estilo románico-mudejar de San Lorenzo el Real y San Salvador de los caballeros, o los monasterios de Santa Clara y del Sancti Spiritus.

Es obligatoria uan parada en la Plaza Mayor, para pobar las tapas de los abres que se acogen bajo las galerias, antes de partir al encuntro d enumerosos palacios y de la imponente Colegiata de Santa María la Mayor, donde no se puede dejar de admirar la policromada Puerta d ela Majestad y la pintura flamenca de la Virgne de la Mosca. A poco minutos de allí, está Rejadorada, en cuyas instalaciones subterráneas podemos aprender más sobre la historia de los vinso de la región.

En Toro la tradición vinícola se alía a la tauromaquia, en las fiestas de San Agustín, realizadas a finales de agosto. La Fuente del Vino es un festejo muy popular en el que un barril lleno de vino es colocado en el centro de la plaza de toros, custodiado por varios animales. Temerarios, los más jóvenes intentan eludir a los toros mientras intentan llenar los vasos de vino. Durante la Fiesta de la Vendimia, se recrean constumbres antiguas, con el desfile de carros de bueyes, mientras que las mesas de los restaurantes ofrecen el cabrito cuchifrito o el bacalado al ajo arriero, platos típicos de la gastronomía local.

Partiendo por la N-122 nos vamos a encontrar, poco después, con Morales de Toro, donde está situado el Museo del Vino. La exposición de objetos, maquinaria diversa y proyecciones de vídeo se extiende por un gran área, incluyendo jardines que albergan las piezas de mayor dimensión. La visita incluye la oferta de una copa de vino y puede ser completada por el recorrido a las Bodegas Pagos del Rey, porpietarios de las instalaciones. El periplo por la región de la denominación de Toro nos lleva a través de un mar de viñedos y de poblaciones de gran tradición vitivinícola, como San Román de Hornija, Villabuena del Puente y la Bóveda de Toro, donde las bodegas nos proporcionan momentos de descanso y aprendizaje, con almuerzos temáticos y breves cursos de vino. Continuando por el Pego, Venialbo, y Sanzoles llegamos a Peleagonzalo, donde Valbusenda combina bodegas, restaurante, hotel y spa, para proporcionar al viajero una experincia de descanso y placer.

En Zamora, historia, arte, animación y excelente gastronomía se concentran en un centro compacto, que ve el Duero deslizándose a sus pies. La ciudad ofrece buenos momentos a todos los viajeros, tanto a los que gustan de disfrutar de espacios verdes- relajándose en los parques o recorriendo el carril bici a lo largo del río- como los que prefieren apreciar su riqueza monumental: la capital del románico cuenta con 23 templos construídos entre los siglos XI y XIII, destacando la majestuosa catedral, las iglesias de La Magdalena y San Juan, y la recia fachada esculpida de San Claudio de Olivares. Dispersos por calles y plazas hay también una gran cantidad de edificios de Art Nouveu, que hacen de Zamora una parada especial en la Ruta Europea del Modernismo. Varios museos y recorridos guiados por los bares donde se sirven tapas inigualables completan la oferta de una ciudad que, al sur, tiene el territorio apellidado Tierra del Vino, designación única en toda España.

Es por las carreteras de esta región de la denominación que la ruta continua, por la N-630, en dirección a Morales del Vino para dirigirse a El Perdigón, cuya fama se debe a sus bodegas subtrerráneas, ahora transformadas en castizas tabernas. Luego seguimos en Villabuena de Campeán quedan las ruinas del Convento de San Francisco de Soto, que conserva su portada renacentísta. Rodeado de bodegas de producción vitivinícola, algunas de las cuales se pueden visitar, se encuentra la mayor concentración de viñas viejas de España – el efecto de la filoxera casi no se noto en esta comarca. Pasando por Corrales del Vino, con una iglesia románica del siglo XIII, continuamos hacia El Cubo de Tierra del Vino, donde la Vía de la Plata, del Camino de Santiago, entra en tierras zamoranas. Por la ZA-602 seguimos por Fuentesaúco. Esta villa, conocida por la producción de garbanzos de gran calidad, cuenta con dos interesantes iglesias: la de Santa María del Castillo y la de San Juan Baustista. Regresando a Zamora por la CL-605, se recomienda una parada en Arcenillas para admirar la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, la colección de catorce pinturas hispano-flamencas del siglo XV.

Siguiendo por la CL-527, nos despedimos de las aguas tranquilas del Duero para volvernos a encontrar en Fermoselle, ahora deslizándose en un profundo cañón fluvial. Disfrutando del clima mediterráneo, el vino de la región de la denominación de Arribes es cultivado en terrazos, entre olivos y almendros. El resultado es un panorama de gran belleza, en el que el turismo enológico se cruza con el disfrute de la naturaleza del Parque Natural de Arribes del Duero, clasificado como Conjunto Histórico Artístico, debemos atender a las entradas de las bodegas de los particulares que forman un laberinto bajo el suelo de la ciudad, también llamada de las mil bodegas. Entre ellas, se incluye Ocellum Durii, cuyas instalaciones pueden ser visitadas con cita previa. En los alrededores, la Hacienda Unamuno combina alojamiento de alta calidad con degustaciones gourmet, servidas con vino producido en la extensa propiedad.

De Fermoselle pasamos por Trabanca, antes de llegar a Villarino de los Aires, para contemplar el paisaje del mirador de la Faya. Pocos kilometros después, encontramos Pereña de la Ribera, rodeado de viñas centenarias. El viaje prosigue por Masueco y Corporario, hasta llegar a Aldeadávila de la Ribera, donde se puede embarcar en un cruzero entre los arribes hasta la presa de Aldeadávila, impresionante obra de ingeniería. Descansar en la playa del Rostro o hacer recorridos a pie hasta los miradores Picón de Felipe y del Fraile, subidos a alturas de más de 400 metros de desnivel, es otra de las actividades disponibles para el viajero, que de aquí podrá seguir a la monumental ciudad de Salamanca, continuando el recorrido a lo largo del Parque Natural o entrar en Portugal a través de la presa de Saucelle.

Día 1

Alojamiento en Toro

Día 2

Extensión de la Ruta (Aranda de Duero/Zamora): 200 Km

Notas:

• Época ideal: primavera u otoño. El mes de Septiembre es excelente, para quien quiera visitar las vendimias.
• En el caso de grupos es necesario la reserva anticipada para la visita a las bodegas y a los museos mencionados.