Turismo Valle del Duero

El recorrido se inicia en Miranda do Douro ciudad situada cerca del límite norte del Parque Natural del Douro Internacional. Después de recorrer las calles del centro Histórico, donde algunas veces todavía se oye hablar mirandés- segunda lengua oficial de Portugal-, podemos embarcar en el crucero ambiental, a lo largo de uno de los tramos más impresionantes del Duero. Y después escoger los caminos vecinales que nos llevan (en coche, a pie o en BTT) hasta el mirador de San João de Arribas, junto a Aldeia Nova, para una primera visión del profundo cañón fluvial que se extiende al sur.

Este viaje también sigue al sur, entre las aldeas tradicionales y los prados rodeados de fresnos. Es muy probable que ahí se encuentre con cigüeñas o solo distinga un milano real planeando por un trigal. Junto a la aldea de Picote, se aproxima a la Fraga do Puio, mirador con una magnífica vista sobre el río. Si estuviera atento, puede avistar las chovas piquirroja que pueblan los desfiladeros. Con tiempo, haremos un desvío para Atenor, lugar de salida para varios recorridos a pie teniendo al burro mirandés como compañía.

Seguimos entonces por Bemposta, bien para hacer un pequeño paseo hasta la cascada de la Faia de Agua Alta o para descender hasta los muelles, lugar de salida de un barco con capacidad para pequeños grupos (mediante reserva), ideal para observar los nidos que las cigüeñas negras construyen en los Arribes.

Sigue Mogadouro, capital de las setas, que pueden ser probadas en la mesa de los restaurantes de la ciudad o descubiertos entre pinares y bosques cercanos.

Continuamos despacio, apreciando el paisaje de las suaves colinas, hasta Freixo de Espada à Cinta. Aquí no faltan actividades, que nos pueden entretener durante varias horas o días, desde las canoas entre las presas de Saucelle y Aldeadávila, o el descanso junto a la playa fluvial de Congida, que es también lugar de embarque para el crucero que transcurre hasta la localidad española de Mieza. Al sur de la villa se sitúa el Penedo Durão, mirador donde se abarca extensas llanuras de la provincia de Salamanca y observatorio privilegiado de aves magníficas como el buitre leonado y el alimoche. Al que le guste andar, no debe perderse el circuito de la Calzada de Alpajares.

En Barca de Alva, el río termina con su recorrido internacional, entrando en Portugal rumbo a la Foz. Este viaje atraviesa la frontera, ahora apreciándose el Duero desde las tierras de Castilla y León.

A partir de Barca de Alva tenemos varias alternativas: continuar por Figueira de Castelo Rodrigo, recorriendo a partir de allí la reserva privada de Faia Brava, santuario de avifauna situado junto al río Águeda; visitar los grabados rupestres del Parque Arqueológico del Valle de Côa; o descender el Duero en los innumerables barcos de cruceros que atraviesan los paisajes emblemáticos del Douro Vinhateiro, en un paseo hasta Régua, donde se llega al final del día.

La primera parada es en Hinojosa del Duero, uno de los puntos de partida del GR14 -senda de largo recorrido que recorre todo el Parque Natural de Arribes del Duero-, pero también de innumerables caminos de BBT, debidamente señalados.

De Hinojosa del Duero podemos continuar para el sur visitando, en Sobradillo, la Casa del Parque de los Arribes, para así conocer más sobre la fauna y flora de la región. Un poco más al sur, se sitúa el sitio arqueológico de Siega Verde, con varios núcleos de arte rupestre en la orilla del río Águeda. Continuando en la ruta de los lugares clasificados por la UNESCO, vale la pena visitar la monumental ciudad de Salamanca.

A partir de aquí la carretera pasa por el Salto de Saucelle, población ribereña cuyas casas fueron transformadas en hoteles y alojamientos rurales. Por encima se encuentra Saucelle. De allí parten caminos rurales que dan acceso a algunos de los miradores con mejores vistas, como los de las Janas, desde donde se avista el desfiladero del río Huebra que, entre saltos y caídas de agua, corren a precipitarse al Duero. Este es otro de los sitios favorables para la observación de las aves más emblemáticas de la región como el águila perdicera y la cigüeña negra. En coche, puede todavía descender hasta el Puerto de la Molinera, para después acceder al Mirador de Cachón de Camaces, una de las cascadas más grandiosas de los Arribes del Duero.

Sigue Barruecopardo, punto de partida de la conocida Ruta del Huebra, recorrido pedestre y de BBT que sigue junto al río con el mismo nombre.

Aldeadávila de la Ribera destaca por sus monumentos medievales y por la Playa del Rostro, un arenal artificial que proporciona agradables momentos de placer. Desde aquí puede hacerse un crucero en barco cubierto por techo de vidrio, para observar mejor las arribes, hasta la presa de Aldeadávila, o alquilar una canoa para navegar a lo largo de las orillas. Como alternativa, podemos recorrer los caminos que llevan a varios miradores de vistas asombrosas, destacando el Picón de Felipe y el mirador del Fraile, donde no es difícil avistar buitres leonados o águilas reales, las aves más majestuosas del Parque Natural.

En la etapa siguiente Maseuco, encontramos el famoso Pozo de los Humos, cascadas de 50 metros de altura, que puede ser mejor apreciada entre los meses de noviembre y mayo, cuando el caudal del río Uces es más poderoso.

Atravesamos el mayor bosque de quejigo de los Arribes, antes de llegar a Fermoselle, población en un alto rodeada de viñas y olivares, clasificada como conjunto histórico-artístico. Se aconseja una visita a la Casa del Parque de los Arribes del Duero, para conocer más sobre los valores y recursos de este espacio protegido. De Fermoselle parten dos caminos que vale la pena recorrer, en dirección a las márgenes del río Tormes, de exuberante vegetación ribereña, y hasta Pinilla, para avistar el Duero en renovadas perspectivas.

Fariza es igualmente punto de salida de varios recorridos a pie, como el de la Peña del Águila que nos conduce hasta el mayor bosque de enebros de la provincia de Zamora, o aquel que nos lleva al mirador de las Barrancas, uno de los mejores lugares del entorno para observar rapiñas que nidifican en los Arribes.

A partir de aquí regresamos a Miranda do Douro para completar el circuito, o proseguimos en dirección a Zamora, ciudad que tiene el Duero a los pies y que se refleja en él.

Extensión de la Ruta (Miranda do Douro/Freixo de Espada à Cinta): 122 km

Notas:

• Época ideal: primavera u otoño. En el verano, las altas temperaturas de la región pueden hacer más difíciles los paseos pedestres.
• En la Calzada de Alpajares, el autobús dejará a los viajeros en la aldea de Poiares para recogerlos después junto a la foz de la Ribeira de Mosteiro, evitando tener que hacer un recorrido circular que hace el doble de extensión.

Extensión del recorrido (Fermoselle / Aldeadávila de la Ribera): 44 km

Nota:

• Época ideal: primavera u otoño. En el verano las altas temperaturas de la región pueden hacer más difíciles los paseos pedestres.

Día 1

Alojamiento en el Salto de Saucelle (España)

Día 2

Extensión de la ruta (Miranda do Douro / Fermoselle): 222 km

Nota:

• Época ideal: primavera y otoño
• En la Calzada de Alpajares, el autobús dejará a los visitantes en la aldea de Poiares para recogerles junto a la foz de la Ribeira do Mosteiro, evitando tener que hacer un recorrido circular, con el doble de extensión. Lo mismo ocurre en Fermoselle, en la caminata hasta el río Tormes.

Día 1

Alojamiento en Barca de Alva o en Figueira de Castelo Rodrigo

Día 2

Extensión del recorrido (Miranda do Douro/Vila Nova de Foz Côa): 210 km

Notas:

• Época ideal: primavera u otoño. En el verano, las altas temperaturas de la región pueden volver más dificultosos los paseos pedestres
• En la calzada de Alpajares, el autobús dejará a los viajeros en la aldea de Poiares para recogerles junto a la foz de la Ribeira do Mosteiro, evitando que tengan que hacer el recorrido circular con el doble de extensión.
  Reserva de Faia Brava: la visita guiada en la Reserva de Faia Brava debe ser concretada con antelación, tal como los grabados del Côa.