Turismo Valle del Duero

Desde la terraza del Museo de Côa, en Vila Nova de Foz Côa, se ve el Duero deslizándose entre colinas, bañando piedras que en tiempos fueron tela para los hombres del Neolítico. En el mismo espacio se juntan dos sitios clasificados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad: el arte rupestre del Valle de Côa y el paisaje cultural de la región demarcada del Alto Douro Vinateiro. El lugar ideal para iniciar este itinerario, con diversas posibilidades a escoger por el viajero- visita al museo, salidas guiadas para conocer los grabados rupestres, un paseo con almuerzo en la Quinta de Ervamoira, una de las más bellas del mundo.

Por la N-222, seguimos para S. João de Pesqueira, punto de partida para varios recorridos a pie, que atraviesan paisajes característicos del lugar, sean viñas, campos de almendras u olivares. Cerca de aqui, en la freguesía de Valle Figueira, está S. Salvador del Mundo, mirador privilegiado para la albufeira de la Valeira y los montes de alrededor, esculpidos en terrazos. Por Ervedosa do Douro se llega a Valença do Douro. Esparcidas por las laderas, rodeadas de viñedos, se encuentran algunas de las quintas que abren las puertas al viajero, recibiéndolos para catar el Vino de Oporto, visitas a lagares tradicionales o para alojamiento en lugares de mucho encanto. Entre ellas se encuentran la Quinta do Panascal, Quinta do Seixo y Quinta do Pégo.

Cruzando el río, se llega a Pinhão, lugar de embarque para el tren que sigue al aldo del río, por escenarios increíbles, donde las carreteras no llegan. En los meses de verano, la línea férrea es recorrida por una locomotora con vagones de madera, recreando los antiguos. La estación es el ex-libris del pequeño pueblo. En las instalaciones, la Quinta de Nuestra Señora Do Carmo tiene una tienda donde se venden los productos de su propiedad, de vinos a aceite y miel.

De los canales fluviales se observa la agitación de las embarcaciones- barcos a vela, los típicos barcos rabelos, yates- que llegan y parten en cruzeros de corta duración río arriba. Al lado, está el Hotel Vintage House, cuyos balcones hacia el Duero son ideales para saborear una copa de Oporto al atardecer.

La carretera a lo largo del río sigue directamente hacia Peso da Régua, aunque esta Ruta suponga un camino más largo para conocer otras maravillas de la región. Así, a partir de Pinhão, seguimos carretera arriba, con cierta lentitud que permite apreciar el paisaje. Un pequeño desvío nos lleva hasta Provesende, una de las seis aldeas Vinateiras, con un valioso patrimonio de casonas blasonadas y solares portugueses. Cerca de allí, se encuentra Celeirós do Douro, celebre por la Lagarada Tradicional- festividad celebrada en septiembre, a la latura de las vendimias, en la que los participantes entran en lagares centenarios para pisar la uva, al son de canciones y concertinas. De camino a la aldea, vale la pena visitar las modernas bodegas de la Quinta do Portal, un proyecto de Siza Vieira.

La carretera continua hasta Sabrosa, villa tranquila, de bonitas casas solariegas, una de las cuales se cree que haya sido cuna de Fernando de Magallanes. De aqui parten dos recorridos pedestres, que llevan hasta los lugares de eleción de Miguel Torga, escritor que dedicó gran parte de su obra al Duero, a sus gentes y paisajes. Por la N-322, seguimos hasta San Martinho de Anta, la aldea donde nació el escritor, continuando en dirección a Vila Real. Poco antes de llegar a la ciudad, no encontramos con el Palacio de Mateus (siglo XVIII), el edifiico más emblemático barroco del país, que se cree que fuera diseñado por Nicolau Nasoni. El tiket de entrada para la propiedad donde en otros tiempos se producía el famoso vino de Mateus Rosé, incluye una visita al interior de la casa, capillas, bodegas y jardínes de estilo francés.

Situada en la falda de Marão, Vila Real, es una ciudad dinámica, con una amplia oferta cultural. Para pasear se recomienda el Parque de Corgo y el Jardín Botánico de la Universidad de Trás-os-Montes y el Alto Duero, que tiene una de las más importantes colecciones de especies vegetales del país.

En el centro, visite la Iglesia de S. Domingos, un buen ejemplo de aquitectura gótica, y el Museo de Arqueología y Numismática. Por el camino pare en una confitería para probar los deliciosos dulces conventuales o los covilhetes (empanadas de carne).

Después dirigase a la N-313 y siga en dirección al mirador de S. Leornardo de Galafura, para una nueva perspectiva del paisaje duriense, que Miguel Torga describió como un “exceso de la naturaleza”. “Un poema geológico”, que vamos apreciando recorriendo a través de las curvas y contracurvas hasta llegar a Peso da Régua. Si tuviera tiempo, embarque en un tren en dirección a Pocinho, en aquel que es el tramo más hermoso de la línea del Duero, haga un mini cruzero o entonces combine barco y tresn en un paseo de un día, para conocer la historia y las labores de vino, se aconseja la visita al Museo del Duero, instalado en un edifico que combina tradición y modernidad.

En los restaurantes de la ciudad, pruebe el cabrito asado con arroz al horno, acompañado por un tinto de la región. Si quisiera extender la estancia, la Quinta da Pacheca y la Quinta do Vallado son lugares excelentes, ya que combinan alojamiento con paseos por los viñedos y catas de vino. Para relajarse pruebe el spa del Hotel Aquapura.

Nuevamente en la margen izquierda del Duero, suba hasta Lamego, para conocer el monumental Santuario de Nuestra Señora de los Remédios, situado en lo alto de una escalera de 686 escalones, y a la Iglesia de la Sé, magnífico monumento gótico con claustro renacentista. El Museo de Lamego alberga una interesante colección, en la que se incluyen tesoros nacionales, como una arca tumular medieval, un conjunto de tapicerías flamencas y los paneles quinientecistas pintados por Grão Vasco. A quince minutos de aquí, en Ucanha (otra de las aldeas Vinateiras), están instaladas las Bodegas Murganheira, donde es posible visitar las Bodegas de granito que guardan los vinos espumantes de la compañía. Este es uno de los dos locales de elección de las Ruta de los Vinos del Cister, que dá a conocer el patrimonio cultural y pasiajístico de la Región Demarcada Távora- Varosa.

Habiendo recorrido los paisajes donde nace el Vino de Oporto, la Ruta continua hasta Gaia, donde termina el ciclo de las hectáreas más internacionales de los néctares portugueses. Para un viaje más rápido, de Lamego se sigue por la A24 hasta Vila Real, siguiendo por la A4 hasta Oporto. Como alternativa, se puede acompañar el curso del río, por la carretra N-222, de Peso da Régua hasta Oporto.

En Oporto, se empreña por las calles, plazas y mercados para sentir el pulsar de una de las más vibrantes ciudades europeas también clasificada como Património de la Humanidad. Junto al Duero, se atraviesa el puente de hierro centenario hasta la orilla de Gaia, donde están los almacenes de las celebres marcas de Vino de Oporto. Es aquí que el vino envejece, en barricas de roble, antes de ser llevado para todos los rincones del mundo. Visite las Bodegas, para saber más sobre esta tremenda epopeya. En la misma ladera, con una fantástica vista para Oporto, está el Hotel Yeatman, un paraíso para los amantes del vino y del refinamiento.

Día 1

Alojamiento en Peso da Régua

Día 2

Extensión de la Ruta (Porto/Vila Real): 178 Km

Notas:

• Época ideal: primavera u otoño. El mes de septiembre es excelente, para quien quiera visitar las vendimias.
• En caso de grupos es necesaria la reserva anticipada para la visita a las bodegas y museos mencionados.

Día 1

Alojamiento en Peso da Régua

Día 2

Alojamiento en el Salto de Saucelle (España)

Día 3

Extensión de la Ruta (Oporto/Fermoselle): 326 Km

Notas:

• Época ideal: primavera u Otoño. El mes de Septiembre es excelente, para quien quisiera visitar las vendimias.
• En el caso de grupos es necesario la reserva anticipada para la visita a las Bodegas y museos mencionados.